Tras 14 horas de autobús, llegamos a la ciudad de Chiclayo, situada al norte de Lima. Sí, 14h teniendo en cuenta además que salimos más tarde porque un pasajero llamó diciendo que no le daba tiempo a llegar a la hora, en fin... tuvimos que coger precisamente esa compañía... Allí nos alojamos en el pequeño Hostal de la Señora Genara, que nos atendió de maravilla.
Tras el largo viaje decidimos relajarnos con las olas del mar, así que nos dirigimos a las playas de Pimentel a pocos kilómetros de Chiclayo. Caminando, nos acercamos donde estaba la gente, pues el resto de la playa estaba vacía. Resulta que esperaban a los pescadores que traían en su canoas peces vivitos y coleando. Un lugar indicado para comer ceviche.
Después de que Maria Elena, la nieta de la señora Genara, nos enseñara la noche de Chiclayo tuvimos fuerzas para levantarnos e ir a los alrededores donde se encuentra la tumba del señor de Sipán -un museo muy recomendable- y los restos arqueológicos de Lambayeque. Parecen extraños montículos pero son huacas:
Por último, nos dirigimos a Chongoyape -lo me que costó aprender el nombre- que destaca por la reserva natural de Pizarrí (hay que reservar previamente), la cascada artificial -que podeis ver abajo- y un reservorio. Por allí estuvimos conociendo la gente de la zona, su forma de ser y de pensar...
La vuelta en el avión contrasta mucho con la ida... tan sólo una hora tardamos en regresar a Lima!!!
2 comentarios:
lindas!!!que lindo se os quedó el blog!!!me alegra que os vaya genial, por aqui por cuenca, ecuador, todo genial, mil risas, mil aventuras, como todos me imagino estos dias. Se os ve muy bonitas. cuidense, solo queria mandarles un saludo y un beso fuerte desde el pais de arriba, jeje. un abrazo!!Blanca
vous etes merveilleuse les filles, jejeje. el blog se a quedado muy lindo, felicidades chicas pr todo, seguir asi. un beso
Sidy
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